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Tratamiento de agua y ósmosis inversa para riego y agricultura

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ósmosis inversa para riego y agricultura

El agua es un recurso imprescindible para el desarrollo humano, económico y social. No hay ámbito de nuestra vida en el que el agua no tenga un papel fundamental. Así, encontramos la necesidad imperante de buscar soluciones para el tratamiento de agua para uso industrial: sector sanitario, energético, industrial, alimentario, producción de bienes y servicios, …

Y en el caso que nos ocupa, cabe destacar que el agua, como no podía ser de otro modo, es un factor clave en el sector agrícola para el desarrollo de todo tipo de cultivos.

Tengamos presente que el agua potencia la tierra al máximo y permite a las plantas utilizar plenamente todos los factores de producción para elevar sus rendimientos. Esto se debe a que forma parte del protoplasma. Y que además de eso, actúa como disolvente y reactivo, mantiene el turgor de las hojas y sirve de medio para el transporte de nutrientes, entre otras grandes funciones.

Es por ello que la calidad del agua es esencial para el riego. Es imprescindible para la terna suelo-agua- planta, porque además de tener en cuenta la nutrición de la planta, tiene en consideración el efecto de la calidad del agua en el equilibrio del suelo.

El agua empleada en la agricultura debe corresponderse siempre con los parámetros y los valores sobre riego y drenaje establecidos por organizaciones como FAO (Food and Agriculture Organization). Y puesto que estos suelen cambiar cada cierto tiempo, es conveniente estar al tanto de las novedades para llevar a cabo una correcta gestión y tratamiento del agua destinada a riego, lo que sin duda garantizará una producción exitosa.

Impacto del agua sin tratar en la agricultura

En la agricultura se suelen usar sistemas de circulación para regar, los cuales pueden transportar bacterias y gérmenes que se van transmitiendo de una planta a otra. Las infecciones se pueden mover con gran facilidad en el agua y esta ser la causante de la contaminación de cultivos.

También es importante señalar que el agua sin tratar para riego cuenta con una gran cantidad de partículas e iones disueltos que pueden afectar a la producción agrícola. Estas son los más significativos:

  • Sodio: El efecto negativo que tiene el sodio sobre los cultivos suele ser de carácter indirecto. En la mayoría de las ocasiones debido a la influencia que tiene este catión sobre el suelo. Los principales síntomas de toxicidad son manchas de color pardo de caracter necróticas.
  • Cloruro: Es uno de los elementos más abundantes en el agua de riego y es indispensable para el desarrollo de las plantas. Sin embargo, cuando existe una concentración muy alta pasa a ser un elemento tóxico. El exceso de cloro se detecta con una necrosis en la punta de las hojas, caída de flores, frutos y hojas y reducción del crecimiento de la planta.
  • Boro: El boro también es un elemento esencial para el desarrollo de las plantas. Sin embargo, la diferencia entre la cantidad necesaria y la toxicidad es ínfima. Es la razón por la que se debe tener especial cuidado con este elemento. Los síntomas se reflejan en zonas amarillentas en las hojas, que se asemejan a quemaduras.
  • pH: El valor del pH del suelo se encuentra entre 4 y 9. Los suelos mejor preparados para el cultivo tienen un pH que oscila entre los 6,0 y los 7,5, ya que los nutrientes de las plantas presentan su mayor solubilidad entre estas cifras. Si bien es cierto, cuanto más se aleje de estos parámetros, más dificultades va a suponer la asimilación de nutrientes.

El agua también presenta intervalos de pH. Cuando el pH es igual a 7 se consideraría neutra, con pH inferior sería ácida y con uno superior sería básica.

Es importante tener presente la relación suelo/agua, ya que al aumentar la cantidad del pH del agua también aumenta la del suelo.

Por otro lado, aunque los iones más tóxicos que se encuentran en el agua son CI, Na y B, también aparecen, pero en menor medida, Mg, Li, SO4, residuos de pesticidas, contaminantes provenientes de desechos industriales y otros elementos trazas.

La toxicidad se produce por la acción de uno de estos iones o por la combinación de ellos. La salinidad o la presencia de determinados iones en el agua de riego provocan desbalances nutricionales o deficiencias que conducen al decrecimiento del rendimiento de los cultivos.

Cuando en la agricultura se usan aguas para riego que tienen presencia de algunos de estos iones, y sobre todo a través de aspersores, las hojas absorben todos los componentes tóxicos.

Además, también se puede producir una concentración de sales en el agua que se deposita en el follaje a través de la evaporación. Dicha presencia de sales tiene un impacto directo en la asimilación de nutrientes de las plantas. Afecta a la actividad microbiana del suelo, la absorción hídrica, a su rendimiento fotosintético y produce clorosis y necrosis en la parte foliar, incluso toxicidad.

Ósmosis inversa: el tratamiento de agua para riego agrícola

Uno de los tratamientos que se usa para la adecuación del agua destinada a trabajos agrícolas es la ósmosis inversa, principal tecnología en plantas de tratamiento de agua para uso agrícola.

El proceso de ósmosis inversa consiste en aplicar presión sobre el agua para hacerla pasar a través de una membrana semipermeable, la cual permite el paso del agua pura, pero no del soluto o las sales disueltas. De este modo es como el agua pura pasa a través de la membrana, desde el lado en el que la concentración de sales es más alta, hasta el lado en el que la concentración es más baja. Como resultado obtenemos que la concentración de sales se minimiza a favor del agua pura, la cual se incrementa considerablemente.

Al final del proceso se obtiene agua con alta concentración salina (rechazo o concentrado) y agua pura con escasa mineralización (permeado) por su baja concentración en calcio, magnesio y sulfatos, por lo que se hace necesario incrementar su contenido en el suelo a través de fertirrigación o añadiendo otros recursos hídricos con un contenido mineral más elevado.

Entre otras, encontramos que la ósmosis inversa para riego y agricultura presenta las siguientes ventajas:

  • Elimina los componentes nocivos para el riego agrícola.
  • Reduce dureza, nitratos, sulfatos, cloruros, sodio y metales pesados.
  • Puede abastecer cualquier volumen de demanda hídrica.
  • Cumplimiento con los requisitos de calidad del agua.
  • Ahorro en el uso del agua.
  • Preservación del medio ambiente.
  • Ahorro en costes de energía y de fertilizantes.

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